Capitulo 3
Desperté con un profundo dolor de cabeza. Jajaja.. Al parecer me pasé un poco en la fiesta. Me dirigí al baño. Tomé un chorro de agua y me lavé la cara. Allí estaba yo en el espejo. El irresistible Matt George de ojos verdes y pelo marrón. Bien. Eso es lo que todos ven. Al gigoló de George. Jajajaja. Fue duro ganarse ese título.
Pero anoche. Anoche esa chica no me dijo nada sobre ello. Ella vio realmente cómo era yo. Cuando vi sus ojos fue como si ella sintiera pena por mi. ¿Pena? Jajajaja. Matt George no inspira pena.
Me di una ducha y preparé lo necesario para el Instituto mientras Rae hacía el desayuno. Es agradable tener compañía en el departamento. Rae se quedará un tiempo porque su edificio está en remodelación. Y bien. Le dejé quedarse porque es mi amigo y porque sabe cocinar.
Me puse un par de jeans y una camiseta azul oscura que de alguna manera me recordaba a la chica que había intentado seguir anoche. No me imagino siendo mujer y tardando horas en bañarse, vestirse y arreglarse.
Y allí estaba él ya desayunando y con un plato de huevos revueltos para mi.
- Oye Matt. Anoche.. ¿Qué te ocurrió?
Bien. Siendo sincero lo último que recuerdo es la conversación que tuve en la calle con aquella chica.
- ¿De qué hablas?
- De que te tomaste tres cervezas luego de haber regresado y luego te dormiste en el bar. Estuvo de miedo todo. Tuve que cargarte a mi auto y traerte.
Demonios.
-¿Qué?
- Si, estabas hablando sobre que estabas muerto y veías ángeles y Dios Matt, nos asustaste a todos.
¿Ángeles? Anoche yo vi un sólo Ángel.
-Bien. Debí haber estado terrible.
-Vaya que si.
-Gracias por la ayuda Rae.
-No te pongas cursi Matt. La próxima manejarás tú.
-Como sea. Se nos hace tarde.
Fuimos al Instituto y como de costumbre las zorras de los caramelos nos perseguían. Hoy no estoy de humor. No pude hablar con aquella chica. Maldito alcohol. ¿Eso lo dije yo? Jajaja. Si. Por culpa del alcohol no pude obtener nada de aquel Ángel. Bien. Ella ya se merecía un título. Estaba haciendo que odiara el alcohol.
-Oye Matt. Baja de las nubes. Dijo Rae mientras caminábamos.
La mañana estuvo fatal. Las zorras de mis caramelos no me dejaron tranquilo. Ya aburren. Estuve con la mayoría una, dos o tres veces. Además quisiera conocer a aquella chica.
Me dirigía a clase de Química con mis amigos. Hablaban sobre la próxima fiesta. Y yo me estaba cayendo a pedazos del aburrimiento. No me vendría mal una fiesta. Y tal vez la vuelva a ver. Solo tal vez la vuelva a encontrar.
-Oye George. Vuelve a la Tierra. Dijo Luke.
- Cállate Luke.
- Tranquilo hermano. Sólo queremos saber si iras a la fiesta en la playa el sábado en la noche.
-Oh si. Nunca falto a ninguna party hard. Y lo saben.
- Demonios Matt anoche pensamos que te intoxicaste de alcohol. Dijo Solevan.
- Realmente yo no recuerdo nada. Solo una conversación con una chica.
-¿Conversación? Dijo Rae riendo.
-Si idiota. Conversación.
-¿Desde cuándo tú hablas con las mujeres?.
- En mu defensa, lo hice estando borracho.
-Al menos sabes que fue una mujer y no un travesti. Dijo un chico del equipo de football. Creo que se llama Klein o algo parecido.
-Fue una mujer. Y muy hermosa. Dije haciendo énfasis en "mujer".
-Espera un segundo. Dijo Rae.
-¿Y ahora qué ?. Dije con enojo.
- ¿Te referiste a ella como "mujer" y no como "caramelo" o como sea malditamente que le digas a las demás?.
Oh Diablos. Rae tiene algo en contra mía el día de hoy.
-Si Rae. Dije "mujer". Pero no recuerdo más que haberla saludado. Demonios se me escapó por la borrachera.
Todos empezaron a reír conmigo. Nos separamos cuando ingresé al salón de Historia y me senté en mi habitual asiento.
A mi derecha una porrista estaba intentando llamar mi atención. Dios. Hoy no quiero saber nada de caramelos.
Sonó la campana. La clase recién empezaba. Diablos.
El maestro Killigan llegó y empezó a escribir algo en una carpeta. Cuando de repente allí estaba otra vez.
Entró a la clase. Llevaba unos jeans un poco ajustados. Unos zapatos tipo bailarina. Una blusa de tirantes color negro. Y su pelo estaba suelto. Lucía aún más hermosa cuando yo estaba sobrio. Y llevaba aquella tobillera rara con forma de infinito. Era tan hermosa. Y era mía.
-¿Esta es la clase de Historia Colonial? Se dirigió al maestro. Su voz era tan tranquila.
-Si. Esta es. Y usted debe ser Anabelle Price.. Ella asintió con la cabeza. Y sonrió. Su sonrisa tenía un efecto extraño. Era como si dijera "hey, parezco inofensiva pero ten cuidado de mi". Cada vez que lo hacía su rostro se iluminaba.
-Bien señorita Price. Tome asiento por favor. Y señaló una banca a lado mío. Ella caminó con tranquilidad hasta allí y se sentó. Dios. No puedo parar de observarla. Cada tanto unos rizos de su cabello iban a su rostro y lucía hermosa. Estoy seguro de que no soy el único observándola. Pero seré el único que la tendrá.
Al parecer mi Ángel conocía a algunos en la clase. De vez en cuando hablaba con varias chicas. Demonios. Necesito saber más de ella.
Yo la observaba pero al parecer ella no lo notaba o simplemente me ignoraba.
El maestro hablaba y hablaba. Bla Bla Bla.
Ella simplemente miraba al frente y mantenía su postura serena.
-Sr. George podría explicar a la clase con sus palabras lo que acabo de decir.
¿Qué demonios?
- Podría Sr. Killigan pero simplemente no comprendo nada de lo que dijo.
Jajajaja... Si claro. Yo tengo un sobresaliente en todas las materias. Soy un maldito genio.
Todos empezaron a reír.
-Bien Matt. Creo que podrías ayudar a tu compañera a habituarse a nuestra materia. Dijo señalando a mi Ángel.
Pero por supuesto. Ella se ruborizó un poco.
-Creo que podré con el trabajo. Dije burlonamente.
-¿Y eso a usted le parece bien señorita Price? Volteé a mi costado para verla. Asintió con la cabeza.
-Bien. La clase ha terminado.
Todos se levantaron y se dirigieron a la cafetería. Mi Ángel iba caminando a la salida. Pero yo no podía quedarme de nuevo así. Sólo con la mitad.
Me dirigí a ella. Cerré su camino.
-Hey.
Dirigió su mirada a mi. Y los vi. Esos perfectos ojos. Que brillaban y destellaban cada vez que ella parpadeaba. Jajaja quién lo diría. Matt George es todo un cursi. Ella sonrió. Su sonrisa tenía un efecto en mi.
-Lo siento. Soy nueva.¿Tú eres?.
Sii claro. Es obvio que sabe quien soy.
- El hombre de tus sueños claro.
Hizo una mueca y dirigió la mirada al suelo. Me esquivó e intentó alejarse de mi. No. Nooo. ¿Qué hice? . Fui hacia ella. Y toqué su hombro para detenerla.
-Mira. No sé quién eres. O qué demonios quieras. Pero déjame tranquila. Tú no eres el hombre de mis sueños. Ni siquiera te acercas un poco a serlo.
Dijo un poco sobresaltada. Se veía adorable. Pero no quiero que se aleje de mi. Yo y mi costumbre de llevar a la cama a todas las chicas sin siquiera saludarlas. Ella no era como las demás.
- Lo lamento. No quería incomodarte. ¿Te parece si empezamos de cero?
Mordió su labio inferior pensando en lo que dije. Y se veía tan hermosa. De repente algo empezó a hacer un ruido extraño. Jajaja era la canción de ese gay canadiense ouoooo ouooo baby baby baby oo jajaja. Me pregunto quién lo está escuchando. Y luego.... Ella sacó su celular de su bolsillo y bueno.... Era su tono de mensajes. WTF?? . Me vio observándola con diversión y se sonrojó. De repente su celular cayó al piso. Me agaché a recogerlo y ahí lo vi de nuevo. Su tobillera con forma de infinito. Le tendí su celular y sentí el roce de la piel suave de su mano.
-Gracias. Mira tengo cosas que hacer. Dijo.
Yo no me quedaré así. Necesito saber más.
- Está bien Ángel. Ya no molesto. Pero que te parece si vas al almuerzo conmigo?. Para compensar lo que te dije.
Sonrió. Su rostro se iluminó.
-Bien. De acuerdo. Pero soy Anabelle no Ángel.¿ tú eres?
- Soy Matt.
-Bien Matt. Gracias.
Dio la vuelta y se dirigió al pasillo.
Yo no podía dejar de mirarla. Esto es algo extraño. Soy todo un acosador. Esta chica me tiene obsesionado.
Fui a mi siguiente clase. Rae me había guardado un lugar. Bien. Ese marica había hecho algo bien.
-Oye Matt. ¿Dónde estabas idiota?
- Esto sonará loco. Pero ¿Recuerdas a la chica de anoche? Dije en tono confidencial mientras me sentaba a su lado.
-¿La volviste a ver?
-Si. Está en el instituto. La veré en el almuerzo.
Soltó una carcajada.
-Wow Matt si que eres rápido con las chicas.
No. Ella es diferente.
-Cállate Rae.
Le di una palmada en la cabeza.
-Cálmate imbecil. Empezó a reír.- ¿Y cómo es?
- Se llama Anabelle.
-wow espera.
- Ahora qué Rae?
-¡Es que le preguntaste su nombre! Eso jamás lo hiciste con ningún caramelo tuyo!!
Eso es cierto. Ja ja ja.
-Bueno. Pero ahora lo hice. Y es perfecta.
Empezó a reír y yo no pude resistir y también lo hice. Esto es estupido.
Habían caramelos en el salón que de tanto en tanto intentaban llamar mi atención o la de Rae. Pero yo seguía contando los segundos para el almuerzo.
Y asi iban pasando los minutos. Ya ni siquiera miraba a los caramelos. Solo me concentraba en el movimiento de las agujas del reloj en el centro de la pared frontal. Rae reía de cosas con los chicos del equipo de football. Y yo. Bueno. Yo pensaba en ella. En sus ojos profundos. En cada detalle de su rostro. Esa boca.
-¡Oye George! Gritó Jake mientras Rae me golpeaba en la cabeza sacándome de mi ensoñación.
-¡¿Qué maldita sea tienen todos contra mia?! Dije burlonamente.
-Cálmate George. Es que hay un "caramelo" nuevo en el instituto. Dijo haciendo comillas exageradas con sus manos.
No me interesan los caramelos.
-Ah si. Cuéntame Jake. Dije intentando prestar atención.
-Es pelirroja. Y tiene un cuerpo uufff. Dijo Jake haciendo señas de curvas con sus manos.
¡Este idiota habla de MI ANGEL!
Me sobresalté. Arrojé mis cosas al suelo y me puse de pie frente suyo. NADIE TOCA A MI ANGEL.
-¡No te acerques a ella! ¿E N T I E N D E S?
todos estaban abrumados por mi reacción. Jake me miró sorprendido.
-Cálmate George. Ni que de verdad te interesa.
Apreté mis puños a mis costados. Una palabra más y lo mato.
-Fíjate que si me interesa. No te le acerques. PUNTO.
-Bien. Bien. Entendido. Dijo levantando las manos en señal de inocencia.
Retrocedí y volví a mi lugar. El maestro ni siquiera notó la discusión.
-Eso estuvo loco Matt. Dijo Rae con sarcasmo.
-Cállate Rae.
Sonó la campana del almuerzo. BIEN.
Me dirigí a la cafetería. Y ella estaba con varios caramelos sentada en una mesa. Estaban riendo y veían cosas en un celular. Bien. Ella prometió estar conmigo en el almuerzo y haré que lo cumpla. Pero de repente un integrante del equipo de football se le acercó. Ella levantó la vista y lo saludó. No puedo quedarme aquí. Demonios. Soy Matt George. Nunca tuve que competir por la atención de una chica. Nunca pase por esto. Nunca me obsesioné tanto. Nunca había conocido a alguien como ella
No hay comentarios.:
Publicar un comentario